“Los monos mojadosâ€
Un grupo de cientÃficos puso cinco monos en una jaula, en cuyo centro fue colocada una escalera y, sobre ella, un montón de plátanos.
Cuando un mono subió la escalera para agarrar los plátanos, los cientÃficos a cargo del experimento, lanzaban un chorro de agua frÃa sobre los que quedaban en el suelo. Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo agarraban a palos.
Pasado algún tiempo, ningún mono subÃa la escalera, a pesar de la tentación de los plátanos. Entonces los cientÃficos sustituyeron uno de los monos. Y éste lo primero que hizo fue subir la escalera, siendo rápidamente bajado por los otros, quienes le pegaron. Luego de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera. Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo.
El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza del novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho. El cuarto igual, hasta que el último de los veteranos fue sustituido.
Los cientÃficos quedaron entonces, con un grupo de cinco monos que, aun cuando nunca recibieron un baño de agua frÃa, continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a la pila de plátanos.
Si fuese posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentase subir la escalera, con certeza la respuesta serÃa:“No sé, las cosas siempre se han hecho asà aquÃ…â€
Eso quiere decir que nosotros también hacemos las cosas de una forma “porque siempre se han hecho asà “.
Podemos ser inteligentes y en vez de pegarle al mono que quiera subir la escalera, ayudarlo para que pueda lograr lo que desea; puede ser que lo que haya arriba de la escalera no sea únicamente plátanos 😉
El que no arriesga no gana
Muy bueno Sepa!
La verdad que me encantó la historia.
Es tan cierta que da bronca.